Bondage es, sencillamente, aquella fantasía donde las personas encuentran su deseo erótico y/o sexual, en la práctica de atar o ser atados o atadas, sin ninguna relación con otras fantasías.El Bondage es una práctica sadomasoquista, y por lo tanto, hay algunas veces dolor, humillación, dominación o sumisión, entre otras. Toda aquella persona que confiese su atracción por esta fantasía busca simplemente vivir y disfrutar sus relaciones sexuales íntimas y personales haciendo uso de las ataduras como una erótica indefensión.
Ya sea por curiosidad sexual o simplemente para salir de la rutina, el bondage es una práctica sexual muy extendida donde puedes descubrir un nuevo mundo de excitación, diversión y placeres increíbles.
Aventureros, imagínate a tu pareja de rodillas, apoyada en sus manos y tú atándola de pies y manos de manera que no pueda defenderse. Entonces la penetras desde atrás mientras ella trata de evitarlo con movimientos que no hacen otra cosa que excitarte y hacer que la penetres con mayor intensidad.
Aventureras, imagínate atándolo y montándolo como si fuera tu caballo, puedes hacer con tu hombre todo lo que quieras ya que no podrá tocarte. Puedes por ejemplo subirte y moverete al ritmo que más te guste, parando justo antes de que el acabe, consiguiendo que dure aún más la sesión de sexo y haciendo que él te suplique que sigas haciéndole el amor.
Si no eres tan valiente, o el que va a ser atado no está del todo seguro de cómo se sentirá, puedes probar a hacerlo sujetando con una mano las muñecas de tu pareja juntas y por encima de la cabeza mientras hacéis el amor, esto servirá de entrenamiento.
En lugar de tomarlo como una sesión de sadomasoquismo, tomar el bondage como un simple juego donde uno de los dos estará atado. Si aún así se siente nervioso le puedes atar con papel o toallas de baño, así está seguro de que se puede liberar simplemente tirando.
Algunos consejos a tener en cuenta
Ya sea por curiosidad sexual o simplemente para salir de la rutina, el bondage es una práctica sexual muy extendida donde puedes descubrir un nuevo mundo de excitación, diversión y placeres increíbles.
Aventureros, imagínate a tu pareja de rodillas, apoyada en sus manos y tú atándola de pies y manos de manera que no pueda defenderse. Entonces la penetras desde atrás mientras ella trata de evitarlo con movimientos que no hacen otra cosa que excitarte y hacer que la penetres con mayor intensidad.
Aventureras, imagínate atándolo y montándolo como si fuera tu caballo, puedes hacer con tu hombre todo lo que quieras ya que no podrá tocarte. Puedes por ejemplo subirte y moverete al ritmo que más te guste, parando justo antes de que el acabe, consiguiendo que dure aún más la sesión de sexo y haciendo que él te suplique que sigas haciéndole el amor.
Si no eres tan valiente, o el que va a ser atado no está del todo seguro de cómo se sentirá, puedes probar a hacerlo sujetando con una mano las muñecas de tu pareja juntas y por encima de la cabeza mientras hacéis el amor, esto servirá de entrenamiento.
En lugar de tomarlo como una sesión de sadomasoquismo, tomar el bondage como un simple juego donde uno de los dos estará atado. Si aún así se siente nervioso le puedes atar con papel o toallas de baño, así está seguro de que se puede liberar simplemente tirando.
Algunos consejos a tener en cuenta
- Da igual lo que hagas, asegúrate de que es un juego seguro
- No uses nudos apretados si la persona atada se resiste
- Cuando lo estés atando, asegúrate de que está ajustado pero cómodo metiendo un dedo entre la cuerda y la muñeca o tobillo antes de hacer el nudo.
- Ten siempre a mano unas tijeras o la llave de las esposas en caso de que haya una emergencia o le entre el pánico.
- Nunca tengas a alguien atado por más de media hora, especialmente si es un fumador o tiene problemas de circulación.
- Si usas mordazas, asegúrate de que la persona puede respirar y hacer algún ruido.
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